Imposible caminar por las callesde esta gran ciudad junto a Daddy Yankee, que está en gira promocional.Su popularidad entre los jóvenes es como un tsunami de afecto, aunquesiempre hay un veterano y nostálgico tanguero que puede preguntarse:“¿Daddy?… ¿qué Daddy?, no, disculpen, no tengo la menor idea. Conozco aGardel y nada más”. Pero como los datos señalan queArgentina tiene una enorme generación de chicos y chicas, lapopularidad de “el Cangri” es asombrosa. Como prueba de ello, RadioContinental de Buenos Aires, en su programa Los 40 Principales, loinvitó el lunes a una entrevista frente a sus estudios, bajo laconducción de un periodista experto en regue- tón, Sebastián Uslenghi.
Cuando Daddy arribó en unaminivan de cristales polarizados, ya lo aguardaban en la puerta casi unmillar de fans que deliraron ante su presencia. Las vallas decontención y los musculosos guardaespaldas hicieron su trabajo para quepudiera decir algunas cosas con tranquilidad, firmar autógrafos yfotografiarse con sus seguidores. “Los empujones y los abrazos nome incomodan. Forman parte de mi vida. Es mi trabajo, que tantoagradezco, y es por eso que no pienso en vacaciones porque soy felizasí. Quiero a la gente porque es ella la que impone mis canciones. Talvez, eso sí, tendría que comprender más a mi familia y estar más tiempocon ella”, dijo Daddy.
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